miércoles, 13 de octubre de 2010

Sancionado durante casi un siglo

En Francia no se andan con chiquitas a la hora de castigar a sus deportistas aunque en este caso todo apunta a que el error será solucionado próximamente.

Nuestro protagonista se encuentra sancionado. En total, le han castigado con 91 años sin practicar fútbol sala y el motivo no ha sido una brutal agresión a un rival o un caso de dopaje. Ali Bedredine tiene como pecado en su expediente deportivo el haber jugado al fútbol sala con dos licencias diferentes, un delito que parece no estar acorde con la sanción emitida por la Federación.
Bedredine define con rotundidad lo que su opinión sobre el tema: "Todo esto es un error de la Federación". Efectivamente, en Francia hay un problema con la jurisprudencia de las competiciones de fútbol sala, ya que hay dos organizaciones que controlan su práctica. Por un lado está la propia Federación Francesa de Fútbol (FFF) y por otro la Unión Nacional de Clubes de Fútbol (UNCF). El jugador tenía una licencia en cada una de las agrupaciones y jugaba en dos equipos, uno en una región cercana a París.
En Francia se castigó su caso en lo que se denominaba una duplicidad de identidad y se le sancionó sin poder jugar hasta el 31 de diciembre de 2099. Después de un año de inactividad, Bedredine sigue sin creerselo. El jugador ha reconocido a un medio francés que "me duele ver a jugadores como Hadji, que agredió a un árbitro, y vio una sanción de seis meses reducida a seis partidos... Yo no he hecho nada malo, reprento a Francia (es internacional de fútbol sala) y estoy sancionado durante 91 años".
Una pesadilla para el jugador
La situación no se ha producido de la noche a la mañana. La mala relación entre las dos federaciones dio como resultado un lío jurídico del que Bedredine es el más perjudicado. "Se envió una carta al club en la que se me pedía que eligiese entre mis dos licencias salvo que en agosto de 2009 el equipo hubiese desaparecido", indica el jugador. Unos días más tarde Bedredine recibió una carta en su domicilio en la que se notificaba la surrealista sanción. "Tuve 10 días para apelar pero ya era tarde. Soy un aficionado, con 31 años, quería jugar un par de años y luego dedicarme a dar clases a los niños", reconocía Bedredine.
Habrá final feliz
A la sanción sin jugar hay que añadir otra económica de 3.000 euros. Sin embargo, todo parece indicar que Bedredine saldrá de esta gracias a la gran repercusión mediática que está teniendo su caso. L'Equipe ha publicado el caso de este jugador y la Federación Francesa está estudiando aceptar el recurso del jugador.

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